
"El Naufrago"
Todo es silencio y quietud. Al horizonte, el mar y el cielo se unen para dejar paso a la luz del atardecer. Una luz lúcida, rojiza como el color de las almas, que, a su vez, se mezcla con los colores oscuros de unas sombras. Son de alguien que camina en la cálida playa. Sin rumbo, marca con sus pasos todo el tiempo perdido, las experiencias vividas, y los sueños que le quedan. Ese alguien, triste, recuerda su naufragio. Recuerda que lo peor no fue hundir el barco, y sobrevivir. Las catástrofes son inevitables, porque si no lo fueran, no serían catástrofes. Recuerda mucho ruido, un gran miedo, y una fuerza que le hizo perder el control de su vida. Unos momentos (segundos) en que nada dependió de él. Vida, muerte, elegidas al azar. Y el azar eligió vida. Pese al dolor, pese a las magulladuras, ese alguien también quiso vivir, y luchó para conseguirlo. Se aferró a lo que pudo, y vivió. Pero lo peor estaba por llegar. Esa horrible idea de surcar en la deriva, sin nada a lo que aferrarse, ni un norte donde ir. Con suerte, llegó a la playa, recuerda ese alguien. ¿Qué hago yo aquí? Le pregunta la soledad, su mejor (su única) aliada.
text:aamal
foto: made in Windows