martes, enero 12, 2010





"El Naufrago"


Todo es silencio y quietud. Al horizonte, el mar y el cielo se unen para dejar paso a la luz del atardecer. Una luz lúcida, rojiza como el color de las almas, que, a su vez, se mezcla con los colores oscuros de unas sombras. Son de alguien que camina en la cálida playa. Sin rumbo, marca con sus pasos todo el tiempo perdido, las experiencias vividas, y los sueños que le quedan. Ese alguien, triste, recuerda su naufragio. Recuerda que lo peor no fue hundir el barco, y sobrevivir. Las catástrofes son inevitables, porque si no lo fueran, no serían catástrofes. Recuerda mucho ruido, un gran miedo, y una fuerza que le hizo perder el control de su vida. Unos momentos (segundos) en que nada dependió de él. Vida, muerte, elegidas al azar. Y el azar eligió vida. Pese al dolor, pese a las magulladuras, ese alguien también quiso vivir, y luchó para conseguirlo. Se aferró a lo que pudo, y vivió. Pero lo peor estaba por llegar. Esa horrible idea de surcar en la deriva, sin nada a lo que aferrarse, ni un norte donde ir. Con suerte, llegó a la playa, recuerda ese alguien. ¿Qué hago yo aquí? Le pregunta la soledad, su mejor (su única) aliada.



text:aamal
foto: made in Windows

viernes, enero 01, 2010



Odio que me digan que voy contra todo.
Odio que las ideas sociales formen parte de mi vida.
Odio pensar siempre en la utopía.
Odio los okupas, los fachas, los nacionalistas.
Odio el término inmigrante, y el de ciudadano.
Y que me digan prepotente.
Odio que me obliguen a abrir mi interior
cuando no quiero hacerlo.
Odio llorar por alguien que sufre y que no conozco,
pero ser incapaz de cuidar a quien me cuida.
Odio que alguna vez se me pase por la cabeza
pensar cómo sería vivir siendo una "poseheta 4evah",
una niña totna y repeinada
sin más inquietudes que la marca de lápiz de ojos.
Porque vivir así no es vivir, pero vivir sufriendo tampoco lo es.
Odio que la gente se haga una idea equivocada de mí,
porque odio ser a veces una persona oscura
y luego llegan los reproches, y las explicaciones.
Odio no poder comprometerme y querer ser una causa perdida.
Porque en el fondo soy egoísta,
y me siento rota por dentro, rechazando el amor de los que me quieren,
y esperando el cariño de los que me ignoran.





aamal.